La lavanda es una planta medicinal con muchas propiedades medicinales, y que además tiene una fragancia y un color sorprendentes.

Explicamos paso a paso cómo elaborar en casa un jabón natural de lavanda que nos aportará muchos beneficios, lo podremos usar de varias maneras y también es un regalo económico y muy original.

¿ Para que sirve ?

Explicamos algunos motivos por los que recomendamos hacer nuestro propio jabón de lavanda.

  • Porque es una planta con propiedades relajantes
  • Porque es antiséptica, astringente, antivírica y antibacteriana, por lo que está muy recomendado para mejorar la curación de cortes, dermatitis, eczemas, acné, forúnculos o quemaduras
  • Porque tiene un aroma delicioso
  • Porque es una planta muy suave, recomendada también para los niños y bebés

Material Necesario

  • Jarra de plástico
  • Batidora eléctrica
  • Balanza de precisión
  • Cacerolas de acero inoxidable
  • Cucharas de plástico o madera para mover la mezcla
  • Guantes de latex
  • Gafas de protección
  • Mascarilla

INGREDIENTES

Las cantidades son para hacer 1kg de Jabón.

  • 466ml. de Oleato de Lavanda
  • 194ml. de Aceite de Coco
  • 11,5grs. de Cera de abeja
  • 235ml. de Agua (destilada a ser posible)
  • 91,2grs. de Sosa caustica (Hidróxido de Sodio)
  • 2ml. de Aceite esencial de Lavanda
  • Flor de lavanda (opcional)

Precauciones para una Correcta Elaboración

Recomendamos manipular la sosa cáustica con mucha precaución, evitando siempre que haya niños o mascotas cerca. Siempre usaremos gafas de protección, e incluso mascarilla y guantes, debido a que es un material muy corrosivo. Si en algún momento nos cayera sobre la piel podemos aplicar de inmediato un poco de vinagre.

Paso a Paso

0. Paso previo: El Oleato

En esta receta hemos optado por un Oleato para potenciar las propiedades del propio Jabón. Puede ver más información de los Oleatos en este Post:

1. Mezclar la Sosa con el Agua

Añadir la sosa cáustica al agua poco a poco y remover hasta que se disuelva por completo. Es muy importante añadir la sosa al agua y no el agua a la sosa, para evitar una mini explosión/erupción.

La reacción química de la mezcla genera mucho calor, con lo que hay que ir añadiendo la sosa poco a poco.

Una vez se ha añadido toda la sosa el agua quedará blanquecina y turbia… hay que seguir dándole vueltas hasta que se empieza a transparentar. Esta mezcla podríamos llamarla Lejía. Esta mezcla, dependiendo de la cantidad, subirá hasta los 75/80ºC, debemos dejar enfriar la mezcla hasta los 40/45ºC.

2. Mezclar los Aceites y la Cera

En una olla hay que poner a calentar los Aceites y fundir la Cera. La cera se funde a los 65ºC. Una vez se haya fundido completamente la cera, debemos dejar enfriar la mezcla hasta los 40/45ºC.

3. Mezclar la Lejía con los Aceites

 Una vez están a temperaturas similares verter poco a poco la mezcla de sosa y agua en el aceite, hay que ir removiendo según se va añadiendo. Este proceso tarda una media hora aproximadamente. Hay que ir dándole vueltas, siempre en el mismo sentido, a la mezcla que irá pasando por varias etapas: desde muy líquida, pasando por cremosa, hasta textura de mayonesa.

Se puede ayudar al proceso de mezcla utilizando una batidora, pero conviene ir alternando entre mezclar a mano y mezclar con la batidora. Una vez se consigue una textura de mayonesa se deja reposar unos minutos para que se tempere.

4. Añadir el Aceite Esencial

Según se va solidificando la mezcla pasa por un estado en el que la textura es parecida a la de un puré de patatas. En este momento es en el que se puede añadir un toque aromático al jabón. Añadir el Aceite esencial removiendo suavemente al mismo tiempo.

5. Llenar los moldes

Una vez esté mezclado se pueden verter el jabón en moldes. Para facilitar la extracción del jabón una vez esté en frío conviene utilizar moldes flexibles como de tupperware o reciclando bricks o de silicona. Cuando el molde está lleno conviene apretar bien el jabón o darle unos golpecitos para eliminar alguna posible bolsa de aire que se pueda formar entre medio del jabón. Lo cubrimos con una toalla para que mantenga el calor y se lleve a cabo la saponificación,

6. Esperar. Desmoldar y cortar. Esperar

 Lo dejamos reposar hasta que se enfríe, entre 24 y 36 horas, vigilando de no moverlo ni removerlo. Una vez pasado este tiempo ya lo podemos desmoldar. En este estado de la reacción química aún tiene un PH muy alto y puede picar. Lo cortamos, siempre con los guantes puestos, y dejaremos las pastillas en un lugar fresco y seco para que se endurezca y madure entre 4 o 5 semanas. Pasado este tiempo, la saponificación ya esta completa y el jabón es apto para utilizarlo. Antiguamente, para comprobar que ya estaba listo, lo probaban con la punta de la lengua y si picaba aun le faltaba. Ahora disponemos de tiras de PH que nos facilitan la labor!

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Otros trukillos

Si quieres darle un toque de color y un puntedao en el jabón final, puedes añadir unas flores de lavanda secas tanto en la mezcla del agua con la sosa, como en los aceites. También puedes añadir unas flores en el molde y le dará un toque especial a tu Jabón!

Puedes ajustar las proporciones de la receta para crear el Jabón que más se adapte a tus necesidades, consultando la Calculadora de Mendrulandia.

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